Edificio de 6 VPO en el barrio San Pablo
Zaragoza. 1986
El barrio de San Pablo es un ensanche medieval que sigue la estructura de manzanas alargadas y parcelas estrechas propia de este tipo de crecimiento. Sin embargo, ya sea por las nulas condiciones de habitabilidad o por la precariedad de la construcción antigua, la rehabilitación de sus edificios se ha venido considerado como una operación desproporcionada, y en muchos casos son abandonados por los propietarios, o el Ayuntamiento los ha derribado para formar una bolsa de solares que, en operaciones dispersas, se han ocupando con nueva edificación tras la adición de varias parcelas colindantes. Así sucedió en el caso de estas viviendas ultra baratas y de superficie mínima destinadas al realojo de familias de nulo nivel adquisitivo, el solar proviene de la unión de otros dos colindantes que estaban comunicados a través del patio de manzana. El proyecto se desarrolla en dos piezas que responden a la estructura parcelaria inicial y se articulan en el patio interior mediante la escalera de acceso a las viviendas. La manera de acceder y la escalera constituyen los argumentos para recuperar el patio interior como espacio de convivencia vecinal y a él vuelcan todas las zonas de estar, estancias familiares que tienen como centro, y a modo de “hogar”, una chimenea con convectores que actúa como sistema alternativo de calefacción.