Intervenciones en la Zona Monumental del Palacio de la Aljafería
Zaragoza. 1996-1998
La Aljafería que nos ha llegado es deudora de su rica evolución y de su proceso inacabado de recuperación, iniciado a mediados del siglo XX a la búsqueda del palacio perdido. Como consecuencia, no responde en puridad a ninguna de sus etapas históricas, puesto que la recuperación del palacio islámico o del cristiano hubiera supuesto la indeseable destrucción del otro. Nuestro trabajo sigue la labor del arquitecto Iñiguez, pero interpretando el recinto fundamentalmente como lugar histórico que atesora muestras de toda la cadena histórica de la Comunidad. Por ello la intervención trató de incorporar todos los restos que aparecían durante la exploración arqueológica, al margen de su localización o cronología, poniendo especial cuidado en mostrar la veracidad del fragmento y su particular valor histórico o artístico, procurando que todo ello quedara inmerso en la interpretación global del edificio que es lo que les dota de sentido y unidad. La restauración recurrió a técnicas respetuosas de consolidación y limpieza, y buscando la autenticidad se retiraron repintes de los artesonados de los Reyes Católicos, se eliminaron paneles erróneos en el pórtico lateral del Salón Norte; se recuperaron los restos de las albercas originales del patio islámico, se reintegraron las baldosas cerámicas de los suelos del XVI, o se respetaron las capas superpuestas de la policromía antigua de los alfarjes del palacio.