Pemán y Franco  Arquitectos
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Se trata de una zona periférica y en formación situada junto a unas naves, una autopista y las vías del ferrocarril. La estrategia de intervención se basa en un patio central abierto a la calle de acceso, que está llamado a ser el espacio urbano de acogida que no ofrece el entorno próximo. El acceso al edificio se realiza aprovechando la franja frontal que no es edificable, y mediante una secuencia de transición entre interior y exterior formada por un porche frontal, que acaba siendo la imagen pública del edificio, y el citado patio central, en el que se podrán extender alguna de las actividades del centro cultural. El diálogo entre el perímetro y el vacío central ha conformado un volumen compacto, que se vacía para generar el acceso y el patio, que está cubierto con un plano continuo de cinc, acorde con el clima del lugar, que provoca una sección que permite acompasar una segunda planta para espacios de trabajo en uno de los lados, con el salón de actos y su mayor exigencia de altura en el lado opuesto. Entre ambos el vestíbulo general con un cortaviento de escala menor. La sencillez de la propuesta y el tratamiento constructivo y material responden a las limitaciones expresadas en las bases del concurso.