Propuesta para el entorno del Teatro Romano
Zaragoza. 1994
El teatro de Caesaraugusta, el foro y la muralla, son los vestigios más importantes que quedan de la ciudad romana. Sin embargo, desde época medieval y hasta los años setenta del siglo XX, los restos del teatro permanecían ocultos bajo edificaciones levantadas sobre sus cimientos, y sus materiales más valiosos habían sido reutilizados para nuevos edificios. La apertura de una calle y los derribos hechos para crear un gran solar propiciaron el descubrimiento de los restos de la cimentación del teatro, y el solar acabó cedido al Ayuntamiento.
El anteproyecto pone en valor el documento arqueológico que conserva y explica la estructura del teatro, en un entorno plenamente urbano, insertando su presencia en la trama viaria dentro de un jardín cerrado, situado a la cota de los restos, muy por debajo del nivel de las calles circundantes. Una rampa circular sirve de recorrido de acceso hasta el plano del jardín, con material arqueológico expuesto en los muros que encierran la rampa, a modo de centro de interpretación, y un muro perforado con grandes huecos o balcones limita la escena, forma un fondo y resuelve las medianeras contiguas. Este remanso de tranquilidad en el centro de la ciudad es visible desde el perímetro, pero también se contempla en altura al atravesarlo con una pasarela peatonal a nivel de calle que se inserta en los recorridos de la ciudad enlazando la calle Verónica con la calle San Jorge.