Restauración del Palacio Larrinaga
Zaragoza. 1997
Se trata de un edificio de la primera década del siglo XX, proyectado por Félix Navarro como residencia de vacaciones para la familia de un comerciante vasco, que se ha rehabilitado como sede de un patronato cultural con sus fondos bibliográficos y documentales. La construcción original sigue un trazado plenamente académico y ecléctico, que toma como referente el modelo de villa inmersa en las huertas y paseos de las afueras de la ciudad. Sin embargo, el crecimiento de la ciudad ha rodeado completamente al edificio y actualmente su presencia urbana se limita a la visión frontal. El trabajo respeta las modificaciones que en 1918 realizó el arquitecto Escondrillas para mejorar la estabilidad de la linterna central y de los torreones laterales, acomoda el programa al carácter de cada una de las partes que componen la planta de Navarro y recupera la dimensión de las salas principales. En la valoración de la arquitectura original tiene gran importancia la recuperación de la exedra del eje principal de la planta, su estructura metálica, las cristaleras y la azulejería, y la restauración de los trabajos de artes y oficios tan vinculados a aquel momento cultural: suelos de madera, carpinterías y motivos de marquetería, techos y frisos de yeso o decoraciones cerámicas de la fachada con alegorías que exaltan el comercio y la industria.